Como hace ya 5 años, cada #8M, en el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, las mujeres, lesbianas, travestis, trans y no binaries paramos el mundo. Porque juntas y juntes trascendemos fronteras en la lucha por nuestros derechos.
Paramos porque ganamos menos que los varones por el mismo trabajo y porque las tareas domésticas y de cuidados no remunerados recaen mayoritariamente sobre nosotras lo que nos deja pobres de ingresos y de tiempos.
Paramos porque somos desvaloradas en los entornos laborales y hostigadas sexualmente tanto en espacios públicos y como privados.
Paramos porque no aguantamos #NiUnaMenos, por el cese de la violencia machista, la lesbofobia, el transodio y toda forma de explotación basada en el género. Porque si nuestra vida no vale, entonces produzcan sin nosotras.
Volvemos a sumar nuestro reclamo por equidad menstrual con la campaña #MenstruAcción. Porque hay niñas que faltan a la escuela. Porque nuestros ingresos son menores y los productos para gestionar son una necesidad básica que el estado no provee y pagan el total del impuesto al IVA.
Paramos porque exigimos la implementación urgente de la Educación Sexual Integral en todas las escuelas del país.
Paramos porque queremos trabajo digno y eso también significa la implementación del Cupo Laboral Travesti-Trans.
Paramos porque queremos la participación política paritaria de las mujeres en los espacios de poder, tanto públicos como privados.
Paramos en un contexto de pandemia, de crisis, de precarización de nuestras vidas, de aumento de pobreza que nos afecta más fuertemente.
Desde casa o en las calles nosotras movemos el mundo, nosotras lo paramos. El 8 de marzo luchamos juntas y juntes, por una sociedad más igualitaria.