La fecha se conmemora en diferentes partes del mundo, y hace cuatro años desde Ecofeminita lo trajimos a Argentina para evidenciar la desigualdad estructural que vivimos las mujeres de nuestro país.
Las mujeres ganamos menos. Así lo demuestran los números y los feminismos, quienes con su activismo buscan dar luz a la inequidad salarial en todo el mundo. ¿Cuál es la historia de este día? ¿Qué cambió hasta ahora? ¿qué pasa en nuestro país?
Todo comenzó en 1996, cuando el Comité Nacional de Equidad Salarial (NCPE) impulsó el “Día Nacional de Concientización sobre la Inequidad Salarial”, que dos años después derivaría en “Día de Igualdad Salarial”, según informa Pay Equality. Esto desencadenó lo que conocemos como el movimiento #EqualPayDay, que tiene su fecha el 28 de febrero en la Unión Europea, el 4 de abril en Estados Unidos o el 27 de marzo en Chile.
Desde Ecofeminita nos propusimos traerlo a la Argentina: el 31 de diciembre de 2017, la brecha salarial por género de ese entonces fue del 27%, según estableció el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Por lo tanto, las mujeres tuvieron que trabajar hasta el 9 de abril de 2018 para equiparar el salario; sí, más de tres meses extra para llegar a ese monto.
¿Con qué panorama nos encontramos hoy? La brecha es del 26%, según el último informe de Ecofemidata, que implica $53.200 ingresos por mes para los varones frente a los $39.400 de las mujeres. Esto significa que ellas ganaron $165.600 menos que ellos, más de 5 salarios mínimos, vitales y móviles, a partir de datos de la segunda mitad del 2021.
Uno de los principales factores que hay que tener en cuenta para entender este panorama es la distribución desigual de las tareas domésticas y de cuidado. Del total de personas que realizan las tareas de la casa un 72% son mujeres y un 28% son varones. Esto responde a los estereotipos y mandatos de género naturalizados dentro de la sociedad, e influye también en la posibilidad de inserción dentro del mercado laboral.
Esta realidad se vio acrecentada por la pandemia: según el estudio sobre el impacto de la COVID-19 en los hogares del Gran Buenos Aires publicado por el INDEC en 2020, en el 65,5% de los casos incrementó el tiempo que dedican las mujeres a las tareas domésticas por las mujeres, en tanto sólo un 20% por parte de los varones.
También es importante tomar el factor de la maternidad. A muchas mujeres se les paga menos que a otras que no son madres, y según ONU Mujeres, esto puede estar relacionado con “un horario de trabajo reducido, con estar empleadas en trabajos mejor adaptados a la vida familiar, con decisiones de contratación y ascensos que perjudican las carreras de las madres, y con una falta de programas que apoyen el regreso al trabajo de las mujeres”.
Según World Economic Forum, los avances para terminar con la brecha de género son “dolorosamente lentos”. Tras un relevamiento en 156 países determinaron que las mujeres están a 267,6 años de distancia de la paridad de género económicamente. Además, el Banco Mundial señala que lograr esa igualdad sólo es obligatorio en menos de la mitad de las economías del mundo.
No podemos esperar tanto. “Es indispensable que se avance hacia políticas públicas que garanticen los cuidados y logren dar pasos hacia una sociedad más igualitaria”, dice la economista Micaela Fernández Erlauer. El reclamo es clave y seguiremos levantando la bandera como cada año: nosotras #QueremosGanarIgual.