Islandia, que nos regaló la exótica música de Björk y Sigur Rós y desde donde Julio Verne sugirió que se puede llegar al centro mismo de la Tierra, es también uno de los países más vanguardistas del planeta en términos de igualdad entre mujeres y varones. Desde los setentas, sus gobiernos vienen desarrollando políticas activas orientadas a cerrar brechas de género y concientizar a los varones de lo importante que es su aporte en las tareas cotidianas tales como el cuidado de niños o limpieza del hogar, usualmente consideradas ‘cosas de mujeres’ y pilar de la desigualdad de oportunidades. En 1975, una marcha movilizó a más de 25 mil mujeres por las calles de Reikiavik, casi un 10 por ciento de la población de Islandia. Se trataba de una manifestación que además llamaba a un paro de mujeres –similar a lo que ocurrió hace días nada más en la Argentina-. En la huelga participó el 90 por ciento de las islandesas: ninguna de ellas hizo tareas domésticas ese día, cuidó a sus hijos o fue a trabajar. A los hombres les tocó estar a cargo de la casa, los niños y todas las tareas asignadas tradicionalmente a las chicas. Además, tuvieron que cubrirlas en sus puestos laborales. Como resultado de este paro se cerraron bancos, escuelas y negocios.
El paro de las mujeres tuvo un resultado palpable: un año después, el parlamento aprobó una ley de pago igualitario. “Lo que ocurrió ese día fue el primer paso para la emancipación de las mujeres en Islandia. Paralizó el país por completo y abrió los ojos de muchos hombres”, dijo Vigdis Finnbogadottir, quien en 1980 se convirtió en la primera presidenta de Islandia – y también la primera de Europa-. Finnbogadottir trabajaba como directora artística de una compañía de teatro antes de convertirse en líder de su país y ser reelecta tres veces. En 2009, Islandia volvió a marcar un hito al elegir a Jóhanna Sigurdardóttir, mujer que se convirtió en la primera del mundo en ocupar el liderazgo político de un país declarando abiertamente ser lesbiana. De hecho, aprovechó las leyes de matrimonio igualitario que ella misma impulsó en su gobierno (que ya contaba con leyes para unión civil igualitaria) y se casó con su novia, la dramaturga Jónína Leósdóttir. Sigurdardóttir tuvo algunos inconvenientes y caras de sorpresa en sus visitas diplomáticas a países que aún en 2016 no están abiertos a la posibilidad del matrimonio de personas del mismo sexo.
La semana pasada, el World Economic Forum (WEF) publicó su reporte global sobre la situación de la igualdad de género en el mundo, y el primer puesto es para Islandia (como desde hace 8 años). El WEF construye un indicador en donde se pondera el acceso de mujeres y varones a la salud, educación, las brechas de género económicas (como salarios, actividad y liderazgo) y la participación en estructuras de poder político de las mujeres. Según el índice de WEF, Islandia tiene hoy un 12% de brecha de género y sería el primer país en alcanzar la igualdad… en unos 50 años. El resto del mundo tendría que esperar –en promedio- unos ¡170 años! Gylfi Arnbjornsson, presidente de la Confederación del Trabajo de Islandia, dijo, “Nadie espera 50 años para alcanzar una meta. No importa si se trata de una brecha salarial de género o cualquier otra diferencia de retribución. Es simplemente inaceptable decir que vamos a corregir esto en 50 años. Eso es toda una vida “.
Al tiempo que el mundo miraba admirado el envidiable primer puesto entre los más de 100 países que forman el ranking, las islandesas volvían a tomar las calles, como en 1975, reclamando por el pago igualitario. Esta vez la medida consistió en entrar como todos los días a las 9am pero dejar sus puestos de trabajo a las 2:38pm (en vez de a las 5pm), cumpliendo el 72% de su jornada laboral. Esto es, trabajaron el equivalente a lo que ganan con respecto a un varón. Si la misma medida se hubiese tomado en Argentina (y con los datos que publicó WEF), las mujeres deberían dejar su lugar de trabajo a las 2pm. En Estados Unidos podrían irse a las 2:20pm, pero si se trata de una mujer negra a las 1:48pm o una latina a las 1:24pm.
Las manifestaciones de la última semana también se plasmaron en las urnas y catapultaron al Pirate Party un partido anti stablishment (liderado por una mujer anarquista) al segundo lugar en las elecciones. Este avance, hizo renunciar al Primer Ministro quién era foco de denuncias de corrupción y apareció en la lista de los Panamá Papers. Como si eso fuera poco, se marcó otro hito en la historia feminista de la cuna de Björk: Islandia es el primer país europeo en conseguir la paridad en la representación política. El 48% de las bancas del parlamento serán para mujeres, y lo han logrado sin hacer uso de ningún tipo de cupo (el promedio mundial es de 23%). En el resto del globo, solo Rwanda, Bolivia (ambos con leyes de cupo) y Cuba tienen una proporción de mujeres en estos espacios mayor al 48%.
Mapa de igualdad de género: http://widgets.weforum.org/gender-gap-2016/#
Te recomiendo esta película sobre la Crisis del 2008 en que aparece el caso de Islandia en ese momento: Inside Job
Cuadro del World Economic Forum