Edición Septiembre 2020
Equipos #MenstruAcción y #EcoFemiData de Economía Feminita
El análisis de la desigualdad económica nos proporciona variables cuantificables acerca de la desigualdad de género. Sabemos que las mujeres perciben ingresos un 25-27% inferiores a los de los varones, que estamos subrepresentadas en el mercado del trabajo remunerado y que generalmente estamos expuestas a mayores niveles de informalidad laboral. Y si bien en los últimos años nos hemos acostumbrado a ver estos valores en medios e informes oficiales, todavía hay indicadores que permanecen invisibles. Por eso, desde la campaña #MenstruAcción queremos mostrar otro factor de desigualdad: el gasto menstrual.
En cuanto al acceso a la información sobre la menstruación, encontraron que más del 30% no había recibido información antes de comenzar a menstruar, fenómeno que asciende a más del 40% en el caso de las personas mayores de 50 años. También, que las copas menstruales son casi tan conocidas entre quienes menstrúan como las toallas higiénicas y los tampones, aunque el 75% elige utilizar productos desechables. Sin embargo, sobre estos productos descartables pesa el desconocimiento de aspectos como la composición química de los materiales, los efectos secundarios en la salud y el impacto sobre el ambiente. Como fuente principal de información sobre productos de gestión menstrual, aparecen los medios web y las redes sociales por delante de profesionales de la salud o instituciones educativas.
Respecto de los costos económicos, la mayoría (un 67%) respondió que considera que los productos que utiliza para absorber su sangrado son “caros o muy caros”, especialmente quienes utilizan productos desechables. Un porcentaje similar afirmó haber tenido que modificar sus hábitos en el consumo de estos productos por dificultades económicas.
Casi la mitad de estas personas manifestó haber dejado de ir a la escuela o a la facultad durante los días de sangrado, así como a eventos sociales y, en menor medida, reportaron haber tenido dificultades para cumplir con la jornada laboral (22,3%). Entre los principales motivos se destacaron los dolores o malestares físicos y la vergüenza y el temor a mancharse.
La encuesta indagó a su vez sobre la opinión respecto al rol que debería tener el Estado en el acceso y la provisión de recursos. En este sentido, se encontró un amplio consenso respecto de que se elimine el IVA a los productos de gestión menstrual (95%), y la provisión gratuita por parte del Estado de estos productos (96,2%). Al mismo tiempo, 9 de cada 10 personas expresaron estar de acuerdo con que se incorpore a la menstruación como contenido educativo en el marco de la Educación Sexual Integral (ESI).
Calcular cuánto cuesta menstruar conlleva varios obstáculos. Para empezar, los datos demográficos con los que contamos dividen a la población en varones y mujeres. Pero no todas las personas que menstrúan son mujeres ni todas las mujeres menstrúan. Por otro lado, tampoco contamos con informes que releven la estructura de consumo de productos de gestión menstrual: no sabemos en qué proporción se consumen toallitas, tampones o copas menstruales. Sin embargo, elegimos hacer este ejercicio a sabiendas de que el resultado no será tan preciso como podría serlo para visibilizar un gasto que recae especialmente sobre un sector que de entrada está en una situación desventajosa.
Primero nos respondemos ¿De dónde sacamos los datos?
Al igual que en Marzo de este año y durante 2019, corrimos el MenstruScrapper que desarrolló Nayla Portas ([LAS] de Sistemas), que nos brindó información actualizada sobre toallitas y tampones publicados en Precios Claros. Obtuvimos así un total de 106.639 observaciones con precios de toallitas y tampones de distintas marcas a lo largo del país. Este proceso, que da inicio a nuestra estimación, se repite semestralmente con la intención de captar el proceso inflacionario de los productos y realizar comparaciones.
Posteriormente, limpiamos y corregimos los datos obtenidos para que las cantidades informadas correspondieran con la descripción de los productos. Esto fue necesario para poder hacer un cálculo de los precios por unidad de cada uno de los productos y conseguir una estimación a nivel provincial de estos precios. Para conseguir el promedio nacional es necesario ponderar estos precios, y para ello hicimos una estimación de personas que menstrúan en cada provincia. La misma se calcula a partir de la cantidad de mujeres de entre 13 y 49 años (edades estimadas de menarca y menopausia) que se publican en las proyecciones poblacionales del INDEC para 2020. Con estas cifras, obtuvimos las proporciones que nos sirven para calcular el peso que tienen los precios de las provincias en el total nacional (o sea que, en el promedio general, los precios promedio de las provincias más pobladas tendrán más peso que los de aquellas en las que habitan menos mujeres de dicho rango etario).
Los resultados
A partir de este procedimiento arribamos a los siguientes resultados, que expresan un promedio del total nacional. Como se puede ver, en Septiembre el precio promedio por unidad de las toallitas fue de $10,46, y el de los tampones fue de $13,72.
A su vez, teniendo en cuenta un promedio de 13 ciclos por año, y la utilización de aproximadamente 22 productos por ciclo, estimamos también un costo por persona por año según si utiliza para la gestión menstrual toallitas, o tampones. En este caso, los costos son de aproximadamente $2.992 y $3.925, respectivamente.
Inflación menstrual
Al mismo tiempo, dado que con cada actualización nos encontramos con precios cada vez más altos, nos preguntamos por lo que apodamos como inflación menstrual: ¿Cuál fue la variación de precios de estos productos?
Utilizando los datos publicados por el Índice de Precios al Consumidor del INDEC, pudimos calcular la variación de precios de los productos de gestión menstrual y contrastarlos con el IPC. De esta comparación surge que las toallitas aumentaron un 21% y los tampones un 32% durante el último año, aunque sólo entre 2% y 4% durante el último semestre.
El costo anual de menstruar equivale entonces, por ejemplo, a lo que se percibe por Ayuda Escolar Anual ($2.966). No es difícil entender que semejante gasto complica la economía de los hogares en situación de pobreza e indigencia, o incluso a las familias trabajadoras cuyos ingresos se mueven, en los últimos tiempos, por debajo de la inflación. Desde #MenstruAcción seguimos exigiendo la quita del IVA para todos los productos de gestión menstrual, su provisión gratuita en escuelas, cárceles, universidades, hospitales y otros espacios comunitarios, e investigación y elaboración de datos que permitan tomar decisiones tanto públicas como privadas respecto a la gestión menstrual.
Bonus track: y a vos, ¿cuánto te sale menstruar?
Como aclaramos antes, las estimaciones se realizaron tomando un promedio general de los precios de tampones y de toallitas, y a su vez asumiendo que cada persona tiene 13 ciclos por año y que usa 22 productos por ciclo. Sin embargo, sabemos que en la vida real no todes menstruamos igual, y que todo promedio esconde tras de sí diversas individualidades. Hay ciclos irregulares, distintas formas de combinar el uso de toallitas y tampones, y marcas más o menos caras a las que accedemos. Esto hace que los costos anuales también varíen según cada persona. Con la idea de poder calcular un gasto individual surgió la aplicación: ¿Cuánto te cuesta menstruar en un año?
Allí, en lugar de calcular un promedio general de precios, se calculó según cada marca.
El resto del trabajo lo hace la aplicación. A partir de la información que provee le usuarie sobre la regularidad de su período, las marcas y cantidad de toallitas y tampones que utiliza, se calcula el gasto anual teniendo en cuenta estas características.
Ediciones anteriores del cálculo:
- Marzo 2019 (nota)
- Septiembre 2019 (nota)
- Marzo 2020 (tutorial de cálculo con R Software)
El código utilizado en esta edición también se puede ver acá.