Por Aldana Vales
Pasaron las elecciones legislativas, ya sabemos quiénes asumirán en el Congreso Nacional y quiénes dejarán sus bancas. Con esos nombres y números sobre la mesa, también podemos saber desde ahora que habrá un retroceso en la cantidad de mujeres tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado. Actualmente, la participación femenina parlamentaria es del 39,5%. A partir de 2018 será del 37,4%. Si la paridad de género estaba lejos, por los próximos dos años lo estará un poco más.
Las mujeres representan actualmente un 38,91% de la Cámara de Diputados y un 41,67% del Senado. En la próxima conformación, la cifra caerá al 36,58% en el primer caso y al 40,28% en el segundo. Las causas de esta disminución son varias. En algunas de las provincias más chicas, que en cada elección envían dos o tres representantes a la Cámara baja, no hubo mujeres como cabeza de lista. Eso implicó que los pocos puestos en juego quedaran para los varones. Sin embargo, esos distritos sí tienen actualmente diputadas que dejan sus bancas en diciembre, lo que provocará una reducción de la participación femenina.
También hubo un retroceso en los mayores distritos, como la ciudad y la provincia de Buenos Aires. En esta última, se destaca principalmente que Unidad Ciudadana, a pesar de conseguir menos bancas que Cambiemos, enviará seis mujeres a la Cámara de Diputados, mientras que el oficialismo solo mandará cuatro. La principal diferencia entre ambos es la composición de las listas: UC tenía 50% de mujeres.
[infogram id=»de818b14-d87b-47f3-94d2-10a3f839aad1″ prefix=»D1x» format=»interactive» title=»Variación de la participación femenina en las bancas en juego»]
En el caso del Senado, la merma es muy leve. Actualmente hay 30 mujeres en la Cámara alta y con la próxima conformación habrá 29. Si bien las senadoras por la provincia de Buenos Aires pasarán a ser dos (actualmente solo hay una), hubo una disminución en la cantidad de mujeres electas en La Rioja y Jujuy. Actualmente, las dos provincias tienen dos senadoras representándolas y a partir del año que viene tendrán una cada una.
Con este escenario, la participación femenina en el Congreso continuará estancada por otros dos años. La implementación de la ley de cupo en 1991 logró que las mujeres pasaran de ser el 5% de la Cámara de Diputados al 13% en la primera elección que se realizó con esa norma y al 27% en la siguiente. En 2003 se superó el 30% que establece la ley, pero desde entonces el avance es ínfimo.
[infogram id=»6dfe06dd-dde6-40dc-b801-a2a52e45a2ff» prefix=»BVB» format=»interactive» title=»Paridad de género en el Congreso argentino»]
La ley para establecer la paridad de género en las listas sigue pendiente en el Congreso. No hubo más noticias desde que en septiembre pasado el proyecto obtuvo dictamen de comisiones. Las últimas elecciones, a pesar de algunas iniciativas que buscaron lo contrario, muestran que el cupo sigue siendo un techo.