Pionera de la enfermería profesional moderna
Por Lucía Espiñeira*
@luciaespineira1
Ilustración por Lina Castellanos
Florence Nightingale nació en 1820 en Florencia, Italia. Proveniente de una familia acomodada e hija de un progresista defensor de la educación para mujeres, fue educada junto a su hermana con el tipo de formación que en aquella época se reservaba solo para los hijos varones. Recibido en la Universidad de Cambridge, era su padre quien les enseñaba matemáticas, lengua, filosofía, música, historia, latín y griego, entre otras materias. Estos conocimientos, sin embargo, resultaban de difícil aplicación práctica para una mujer de las características sociales de Florence en su época. Su mayor conflicto interno giraba en torno a esta falta de acción en su vida.
Llegada su adolescencia, Florence ya sabía que no quería tener la vida acartonada y llena de lujos de sus padres, y que, gracias a un llamado que dijo haber recibido de Dios, su misión era la de ofrecer ayuda a los pobres y enfermos. En 1845 anunció que quería ser enfermera, hecho que horrorizó a su madre y hermana, quienes consideraban el trabajo en hospitales como algo sucio e inadecuado para una señorita de su clase. A pesar de esta reacción, Florence se volvió experta en hospitales y cuestiones sanitarias de manera autodidacta. Consiguió convencer a sus padres de estudiar enfermería en un hospital de Kaiserswerth, Alemania, donde obtuvo una formación de tres meses. En sus escritos se perciben críticas a la educación de las mujeres en la época:
“ […] aunque desde el punto de vista intelectual se ha dado un paso adelante, desde el punto de vista práctico no se ha progresado. La mujer está en desequilibrio. Su educación para la acción no va al mismo ritmo que su enriquecimiento intelectual.»
Durante la guerra de Crimea sirvió a Inglaterra en el hospital de Escutari, Turquía. Allí se hizo consciente de la falta de higiene y sus consecuencias mediante la sistematización de información y datos que ella misma recogía: eran más la muertes por contagio de pestes y falta de higiene en los hospitales de guerra que por las mismas batallas.
Hacia 1855 la enfermera Nightingale había logrado cierta popularidad nacional y consiguió que sus seguidores la ayudaran a crear un fondo para mejorar la situación de higiene de los hospitales ingleses, así como para fundar la primera escuela oficial de enfermeras profesionales: la “Escuela y Casa para Enfermeras Nightingale” en el Hospital St. Thomas. Era requisito para estudiar en dicha escuela ser mujer joven. En 1859 publicó “Notas sobre hospitales” y “Notas de enfermería”, siendo esta última una obra simple y fácil de leer para que las mujeres obreras supieran cómo hacerse cargo de sus familiares enfermos y de sus bebés.
[N.del.E: Agregado por @rusosnith]
En 1958 compila todos los datos que meticulosamente recogió en el frente de batalla en «Notes on Matters Affecting the Health, Efficiency and Hospital Administration of British Army» (1858) en donde, además de datos y conclusiones, incluye un gráfico polar muy novedoso al que llama Coxcomb. En dicho gráfico, se evidencia visualmente como la cantidad de muertos en el frente por heridas (áreas rojas) y por otras causas (áreas negras) son significativamente inferiores a las muertes causadas por infecciones de heridas (áreas azules). Esta forma de visualizar información, le valió a Nightingale un reconocimiento enorme, aunque muy tardío, en el mundo de la Visualización de Datos.
[Fin agregado]
Gracias a susaportes estadísticos durante laguerra y la creación del diagrama de área polar, fue la primera mujer miembro de la Royal Statistic Society. La experiencia bélica hizo que se dedicara hasta 1869 a la formación médica militar, dejando por un tiempo de lado la formación de enfermeras, convencida de que la paupérrima situación sanitaria de Crimea no podía volver a repetirse.
Su mayor aporte a la salud fue la creación de una profesión específica para las enfermeras, así como la reforma sanitaria en los hospitales. Dejando atrás años de superstición y creencias religiosas, Florence creó una escuela que tenía como principio la experiencia práctica y revolucionó así la mala reputación de la enfermería, convirtiéndola en una carrera moderna, respetable y responsable para mujeres. Falleció en 1910, a los 90 años de edad, postrada por una enfermedad contraída durante la guerra. El 12 de mayo, día de su nacimiento, es conmemorado como el Día Internacional de la Enfermería en su honor.
Dato: en la actualidad de nuestro país, las egresadas de medicina mujeres jóvenes son mayoría (56%), mientras que las mayores de 50 solo forman el 25%. Es decir que en las últimas décadas existió un proceso de feminización de las carreras profesionales de medicina. El proceso inverso es observable en enfermería, que fue (y sigue siendo, pero en menor medida) desde las épocas de Florence uno de los sectores laborales más feminizados por su relación con el cuidado: el 22% de de los egresados jóvenes (menores de 40 años) son hombres, mientras que en los mayores de 50 el número llega solo a 8%.
* Estudiante de Economía (UBA)