Por Natsumi Shokida (#MenstruAcción)
y Nayla Portas ([LAS] de sistemas)
Uno de los objetivos de la campaña #MenstruAcción es visibilizar a la menstruación como un factor más de desigualdad. Como siempre destacamos, los datos reflejan que las mujeres percibimos ingresos que son en promedio 30,1% menores que los de los varones, las asalariadas estamos más expuestas a la informalidad laboral, una de cada cinco jóvenes se encuentra desocupada, y los estratos de menores ingresos se encuentran feminizados. Si bien no todas las mujeres menstrúan, no todas las personas que menstrúan son mujeres, y no contamos con información oficial actualizada sobre la situación de la población trans, estos datos nos permiten asumir que el gasto en productos de gestión menstrual recae sobre un gran grupo de la población que particularmente enfrenta una situación desventajosa. Esto no es menor en términos sociales: aproximadamente un 58% de los hogares del país cuenta con al menos una mujer en edad reproductiva que debe acceder a estos productos, y en un 55% de los hogares el ingreso principal proviene de una mujer. Pero… ¿Cuánto cuesta menstruar?
A partir de esta pregunta, y de no encontrar información oficial al respecto, nos sumamos al #OpenDataDay con el objetivo de estimar el gasto que tendría que enfrentar una persona que menstrúa a lo largo de un año si utilizara toallitas o tampones¹, dado que son los productos de mayor circulación en nuestro país. En esta nota explicamos cómo realizamos dicho cálculo.
Ingredientes
(sobre los datos “crudos”)
Lo primero que necesitamos para saber cuánto cuesta menstruar son los precios de estos productos, para poder calcular un precio promedio de toallitas y un precio promedio de tampones. Para este paso contactamos a [LAS] de sistemas, que enseguida prestaron su ayuda para obtener los precios de estos productos en todo el país desde la página de Precios Claros. Para evitar la inversión de esfuerzo y tiempo que requeriría recorrer con nuestro mouse toda la página en busca de productos de gestión menstrual y anotar todos esos precios, se creó el MenstruScrapper², un programa que automáticamente extrajo toda la información relacionada a los productos en consideración. Para obtener la información de todo el país el programa estuvo trabajando durante aproximadamente 10 horas. Cuando finalizó obtuvimos un archivo de Excel con todos los datos: el detalle de los productos y la cantidad de unidades por paquete, los comercios y su ubicación en término de localidades y provincias, los precios correspondientes, entre otros.
Conseguimos de esta forma una muestra de ¡más de 118.000! precios de toallitas y tampones de todo el país, correspondientes al mes de marzo de 2019. Si bien hay que tener en cuenta que la página utilizada sólo cuenta con información de cadenas o comercios grandes (y no de tiendas tradicionales) y otras salvedades, se trata de información muy valiosa y representativa.
La receta y algunos condimentos
(sobre el procesamiento de los datos)
Lo primero que tuvimos que hacer con esta base de datos fue “limpiarla”, es decir, quitar o corregir aquellos casos que presentaban errores³. A continuación, contando con la información del precio de cada paquete y la cantidad de unidades por paquete, se pudo calcular el precio por unidad de cada uno de los productos.
Como tantos precios “sueltos” no nos dicen mucho, calculamos para cada una de las provincias de Argentina el precio promedio⁴ por unidad de las toallitas y el precio promedio por unidad de los tampones. Como nuestro objetivo era obtener una medición para el total nacional, tuvimos que resolver cómo promediar los resultados de las diferentes provincias. Para ello recurrimos a información del último censo de población del INDEC. Utilizando las proyecciones poblacionales para el año 2019 por sexo, provincia y grupos de edad, pudimos estimar la cantidad de mujeres⁵ de entre 13 y 49 años (edades estimadas de menarca y menopausia⁶) que residen en cada provincia. Estos datos nos sirvieron para calcular el precio promedio de toallitas y de tampones a nivel nacional teniendo en cuenta la representatividad de cada provincia. Esto quiere decir que en el dato final, cada provincia se ponderó según la proporción que representa dentro del total de mujeres de entre 13 y 49 años.
Resultados
A partir de todos estos pasos arribamos a los siguientes resultados para el total nacional:
Toallitas: El precio promedio por unidad es de $6.75*
Tampones: El precio promedio por unidad es de $7.44*
*A precios de marzo 2019
Finalmente, para poder estimar un costo por persona para cada tipo de producto, necesitamos una estimación de la cantidad de productos que utiliza una persona en un año. Para esto tuvimos en cuenta que cada persona presenta aproximadamente 13 ciclos por año, y que se utilizan aproximadamente 22 productos por ciclo⁷. Teniendo esto en cuenta obtuvimos nuestra estimación:
Gasto por persona por año
si utiliza toallitas: $1.924,41*
si utiliza tampones: $2.136,84*
*A precios de marzo 2019
El costo anual de menstruar equivale entonces a entre 55 y 61 cartones de leche. No es difícil entender que semejante gasto complica la economía de los hogares pobres, y aún más a aquellas personas que se encuentran en situación de indigencia. Por ello desde #MenstruAcción seguimos exigiendo la quita del IVA para todos los productos de gestión menstrual, su provisión gratuita en escuelas, cárceles, universidades, hospitales y otros espacios comunitarios, e investigación y elaboración de datos que permitan tomar decisiones tanto públicas como privadas respecto a la gestión menstrual.
¹ En la actualidad, productos como la copa menstrual o las compresas de tela ofrecen una alternativa reutilizable a estos productos y van ganando popularidad.
² Les curioses pueden ver el código del “MenstruScrapper” en: https://github.com/lasdesistemas/menstruscrapper.
³ Algunos casos presentaron inconsistencias entre lo informado en el detalle del producto y la presentación (unidades por paquete). Se utilizaron técnicas de Expresiones Regulares para recuperar dicha información.
⁴ Se utilizó para el cálculo una media podada con un α = 2.5%. Se trata de una medida convencional para evitar que casos atípicos (outliers) distorsionen la medición. De todas maneras, el efecto de dicha poda fue mínimo en todas las provincias.
⁵ Aquí encontramos nuevamente el límite de las estadísticas públicas para dar cuenta de la situación de la población trans-travesti.
⁶ En el caso de la menarca se utilizó el promedio de las medias correspondientes a República Dominicana, Colombia, Jamaica, Perú y Nicaragua. Para la menopausia, ver https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/16837893 y https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/11446429.
⁷ Ver https://www.nhs.uk/conditions/periods/.