Por Emilia Cerra, Andres Snitcofsky y Candelaria Botto
El pasado 17 de noviembre el presidente Alberto Fernandez finalmente avanzó en reclamos sobre la necesidad y urgencia de avanzar hacia la legalización del aborto. Esa tarde efectuó un significativo gesto político al enviar el proyecto de ley de la legalización del aborto afirmando “que sea ley”. El compromiso público del jefe de Estado indudablemente modifica el panorama respecto a 2018, pero aún nos preguntamos: ¿es suficiente? Desde Economía Feminita llevamos adelante el poroteo abortero para monitorear el potencial resultado en ambas cámaras.
Se estima que será el 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos, cuando se debatirá nuevamente en el Congreso de la Nación el proyecto de ley para regular la Interrupción Voluntaria del Embarazo. Luego de un postergado esfuerzo que había sido promesa durante la campaña y la apertura de sesiones legislativas al inicio del 2020, los movimientos feministas articularon una fuerte presión durante estos meses que se tradujo finalmente en el envío del texto a mediados del mes pasado. El proyecto comenzó a debatirse en comisiones el martes 1 de diciembre y se estima que el 10 de diciembre se votará en la Cámara de Diputados. De ser aprobado en la Cámara Baja, pasará al Senado, terreno menos fértil, donde se debatirá en comisión y luego en el recinto.
La situación nos recuerda a 2018, cuando tuvo la aprobación de lxs Diputadxs de la Nación pero no así de lxs Senadorxs. Luego de siete proyectos enviados por la Campaña Nacional para el Aborto Legal, Seguro y Gratuito desde 2007, la ley se discutió por primera vez en la historia, saldando la mínima deuda democrática de tratar el aborto, dejando de hacer oídos sordos a las décadas de reclamos de los feminismos, las mujeres, las lesbianas, las travestis, les trans y no binaries. A diferencia de 2018, esta es la primera vez que el presidente de la Nación y la vicepresidenta se manifiestan a favor de la legalización. Esto no solo refleja una predisposición del Poder Ejecutivo en la aprobación de la ley, sino también un cambio de época empujado por los movimientos feministas y su protagonismo como actor político.
Sin embargo, la votación en el Congreso se anuncia ajustada, de acuerdo a los datos de Economía Feminita, con una Cámara de Diputadxs aprobando el proyecto y una Cámara de Senadores más disputada. Recogiendo nuestra experiencia de 2018, cuando fuimos el único poroteo que se mantuvo con la información pública y sin especulaciones, ofrecemos nuevamente esta herramientas con la intención de fomentar la participación política y transparentar las decisiones de nuestrxs representantes legislativos.
Contando porotos
Según las declaraciones públicas de lxs representantes, en la Cámara de Diputadxs gana la aprobación del proyecto 49% a 43%, con 126 diputados que se manifestaron a favor contra 111 en contra. Allí todavía hay 18 indecisos que representan un 7% de lxs legisladorxs pero que con estos números no jugarían un rol central como sí lo fue en 2018. En el Senado la situación se complejiza. Esto se debe a que hay 35 senadorxs en contra de aprobar el proyecto y 33 a favor. La disputa se resuelve con 3 senadorxs que se mantienen indecisxs.
La disputa dentro de los partidos
Por otro lado, el aborto sigue siendo un parteaguas hacia adentro de los bloques en ambas cámaras, aunque hay una clara inclinación de lxs legisladorxs de Juntos por el Cambio a favor de la postura antiderechos. En cambio, el Frente de Todos aporta 76 votos a favor en Diputadxs y 22 en el Senado, lo que representa una inclinación a favor del aborto legal del 64% y 55% respectivamente.
Solo el 26% de lxs diputadxs el PRO se manifestó a favor del aborto mientras que la Coalición Cívica tiene un 30% de votos a favor contra un 70% en contra en el interior de su bloque. La UCR es el único socio de la alianza que en diputadxs tiene más votos a favor de la legalización que en contra, con un casi 63%. El panorama dentro de la coalición se revierte en el Senado con la UCR liderando los votos antiderechos con el 70% de sus senadorxs en contra, mientras que el PRO tiene un 62% de sus votos a favor del IVE. Una primera impresión sobre estos datos puede indicar que la UCR, socio territorial de la alianza opositora, es quien le permitió a Juntos por el Cambio hacer pie en las provincias del norte, a falta de una construcción territorial lo suficientemente federal.
#AbortoLegal2020
El proyecto tiene que ser aprobado en 2020. Esto se debe principalmente por la composición del Senado, ya que en las elecciones legislativas de 2021 vencerán los mandatos de 15 senadorxs verdes, contra sólo 8 senadorxs antiderechos. Aunque no podamos predecir qué candidatxs habrá en las listas en las próximas elecciones legislativas, es evidente que la actual conformación de la Cámara Alta se configura como una oportunidad para legalizar y despenalizar la Interrupción Voluntaria del Embarazo.
Por otra parte, en la Cámara de Diputadxs, el escenario luego de las elecciones del año que viene es más favorable a la aprobación de un proyecto de #AbortoLegal ya que hay 57 diputadxs verdes próximos al fin de su mandato contra 65 anti-derechos. Nuevamente, depende de cómo se constituyan las listas para las elecciones de 2021 y el resultado de las mismas.