Desde hace algunos años el activismo trabaja intensamente en promover la inclusión de la menstruación en las políticas públicas de salud. ¿Cuánto se gasta en gestión menstrual?
El 28 de mayo se conmemora el Día de la Salud Menstrual. Durante todo el mes, activistas a lo largo y ancho del mundo proponen actividades y difunden información para promover la inclusión de la menstruación en las políticas públicas de salud. Desde EcoFeminita, nos sumamos a este movimiento global con la campaña #MenstruAcción, que nació en 2017 y desde entonces busca enfatizar e introducir en el debate público un hecho indiscutible: que la menstruación tiene impacto económico e influye en nuestros ingresos.
Según un relevamiento en barrios populares realizado por el Observatorio Villero de La Poderosa, 6 de cada 10 mujeres dijeron no poder acceder a productos de gestión menstrual por su costo. Nuestra campaña nace de la pregunta: ¿cómo puede ser que seamos conscientes de tantas carencias pero de un fenómeno tan cotidiano no se hable?¿Por qué es importante hablar de economía cuando hablamos de menstruación?
Es esta clave, desde marzo de 2019, estimamos semestralmente el precio promedio de toallitas y tampones en Argentina. El cálculo surgió de la unión de esfuerzos y saberes entre nuestra área de datos (Ecofemidata), la campaña #MenstruAcción y la organización aliada [LAS] de sistemas. Detrás del impulso por construir y actualizar este cálculo se encuentra la idea que venimos sosteniendo hace ya siete años: la menstruación constituye un factor de desigualdad económica para quienes la atraviesan.
En marzo de 2024, cinco años después de la primera estimación, el costo promedio anual por persona por la compra de toallitas fue de $43.276. Si se eligen tampones, el costo anual asciende a $64.232. La inflación acumulada desde esa primera estimación hasta la última es de 2.148% para las toallitas, mientras que para los tampones se acerca a 2.905%.
Los precios promedio por producto a nivel nacional de toallitas y tampones en 2019 no eran relevados por fuentes oficiales (1). Es por esto que diseñamos el “MenstruScrapper”: a través del scrapeo (técnica de programación para extraer información de páginas web) del sitio oficial Precios Claros, pudimos obtener un número considerable de observaciones. Nuestro programa extrae datos de precios de paquetes de toallitas y tampones de distintos tamaños reportados por las cadenas de supermercado más grandes de todo el país. A partir de estos datos realizamos un proceso de limpieza y análisis, y obtuvimos precios unitarios (homogeneizando datos de paquetes de 8, 16, 30 unidades, por ejemplo). Considerando una necesidad aproximada de 22 productos por ciclo por persona y 13 ciclos anuales, estimamos un precio anual promedio por persona para menstruar con toallitas y otro, con tampones.
Esta estimación es eso: una estimación. El cálculo tiene algunas digresiones metodológicas, surgidas sobre todo de la falta de información. De todos modos, la experiencia de su replicación semestral durante cinco años nos indica que sigue siendo el más robusto posible. Entre las consideraciones metodológicas a tener en cuenta se incluye que las “canastas menstruales” que usamos en la estimación son puras: calculamos el costo de usar 22 tampones por ciclo o 22 toallitas, pero no podemos asumir un híbrido entre ambas opciones debido a la falta de información pública sobre la elección de uno u otro producto por parte de las personas que menstrúan en Argentina. Por otro lado, los precios obtenidos surgen de grandes cadenas de supermercados, por lo que no se tienen en cuenta comercios más pequeños, como los almacenes de barrio, kioscos, etc. Está representado, en ese sentido, el costado más formal y mainstream del mercado de consumo nacional, lo que también conlleva un sesgo de clase: por lo general, los sectores de menos ingresos hacen las compras en comercios de cercanía. Esto también genera que las únicas “canastas” consideradas en el cálculo sean de productos descartables: las copas menstruales, las toallitas de tela y la ropa interior absorbente todavía circulan por fuera de los establecimientos de venta relevados en nuestra base de datos, por lo que su precio promedio no puede calcularse a partir de la fuente Precios Claros. Los promedios utilizados (22 productos por ciclo, 13 ciclos al año, las edades promedio de menarca y menopausia) para el cálculo esconden, sin duda, un enorme abanico de periodos posibles, tantos como personas menstruantes haya.
En Argentina, no acostumbramos a leer nuestros ingresos en clave anual (como sí sucede en otros países del mundo, por ejemplo Estados Unidos). Hagamos el breve ejercicio de pensar estos valores en términos mensuales: se gastan entre $3.700 y $5.300 por persona por mes. Si tenemos en cuenta que según los datos más actuales de la Encuesta Permanente de Hogares (4to trimestre de 2023) el 50% de las mujeres del país tiene un ingreso total inferior a $149.930 por mes, caso en el cual representaría un 3,5% de los ingresos. Hagamos doble click en la desigualdad: si tomamos solo el primer decil (el 10% más pobre de la economía) según el INDEC para el mismo periodo las mujeres (más de un millón en ese sector de la sociedad) promedian un ingreso $29.644. En ese caso, $5.300 representan el 18% del ingreso mensual. En un hogar, además, puede haber varias personas menstruantes, algunas menores sin ingresos, lo que puede ir engrosando este gasto a nivel del hogar.
Desde Ecofeminita y la campaña #MenstruAcción, creemos que el dato es importante. No por el dato en sí mismo ya que según cuál sea el ingreso promedio del lector de esta nota, el costo anual promedio por persona le puede resultar bajo o alto. En un país con el nivel de desigualdad que sufre la Argentina, en medio de la actual recesión y con los ingresos luchando por llegar a fin de mes, es probable que a muchas personas sí les resulte impactante e inabarcable el monto en sí. Pero lo que nos interesaba en marzo de 2019 y nos sigue moviendo hoy es dejar en evidencia que la menstruación tiene un gasto asociado. Y ese gasto no es optativo. Sobre las personas menstruantes (en su mayoría, mujeres) el gasto de menstruar pesa y se suma a otras desigualdades con impacto económico como la brecha de ingresos, la feminización de la pobreza, o la carga inequitativa del trabajo de cuidados.
Si bien podría parecer que tener una estimación semestral a lo largo de 5 años nos permite ver cambios y fluctuaciones, en realidad, estos números oscilantes nos muestran la apabullante estabilidad de las injusticias: la compra de productos de gestión menstrual fue y sigue siendo inaccesible para muchos hogares. Mientras el discurso economicista preponderante habla de la gestión doméstica de ingresos, desde #MenstruAcción señalamos las formas en las que este lenguaje nos distancia de comprender que en muchos casos lo que se gestiona es la dignidad. Nadie debería ser forzado a jerarquizar los productos de primera necesidad en un dilema de falsa elección entre distintas formas de vulneración.
Para seguir discutiendo y reflexionando acerca de la menstruación en clave económica, pero también acerca de otros momentos del ciclo vital de las personas menstruantes, como la menopausia, les invitamos el próximo martes 28 de mayo a las 17:00, Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres, a un taller presencial en el Salón Azul de la Facultad de Ciencias Económicas y Jurídicas la Universidad Nacional de La Pampa.
La actividad, titulada «Salud y autonomía de las mujeres en momentos críticos del ciclo vital: menopausia y ligadura tubaria», está organizada por Ecofeminita junto al Observatorio de Derechos Humanos de la FCEyJ y el Instituto de Estudios de América Latina y el Caribe de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. Para inscribirse, pueden buscar el link en nuestras redes: @ecofeminita. «
La nota es parte de la alianza entre Tiempo Argentino y Ecofeminita, una organización aliada que trabaja para visibilizar la desigualdad de género a través de la elaboración de contenidos claros y de calidad.
Nota al pie:
(1): En mayo de 2021, la Dirección Nacional de Economía, Igualdad y Género del Ministerio de Economía publicó datos oficiales con una metodología similar a la de #MenstruAcción.