El 28 de mayo se conmemoró el Día de la Salud Menstrual y desde Consciente Colectivo convocaron a un Plenario en Diputados sobre el tema. Nuestra ecofeminita, Agostina Mileo, participó del encuentro en reprensentación de Activismos Menstruales en Red Argentina (AMRed).
Buenas tardes, mi nombre es Agostina Mileo. Soy, desde 2017, coordinadora de la campaña #MenstruAcción en EcoFeminita y en esta ocasión hablaré en representación de AMRed, la Red Federal de Activistas Menstruales de Argentina. Nuestra organización surgió en el año 2021 a raíz de un diagnóstico común: la falta de participación de las activistas en la implementación de las políticas públicas de salud menstrual llevadas a cabo en provincias y municipios, todas ellas iniciativas habilitadas por nuestro trabajo.
Si bien trabajamos de forma integral alrededor de 4 ejes: salud, educación, ambiente y economía y sobre todos estos aspectos tenemos numerosas observaciones y propuestas, dado que el tiempo para la exposición es limitado, nos gustaría enfatizar lo que nos convocó en un principio y nos convoca hoy y manifestar la necesidad de una Ley Nacional que establezca y exija la contratación de activistas en todas las políticas públicas de salud menstrual a llevarse a cabo en nuestro territorio nacional.
Abogamos por la creación de programas locales interdisciplinarios adaptados a los diagnósticos e idiosincrasias particulares de cada lugar, pero creemos necesario sentar ciertos lineamientos básicos en una Ley marco que permita que los recursos del Estado sean maximizados mediante la intervención directa de quienes están presentes en esos territorios trabajando sobre salud menstrual desde hace años. No se trata solo de eficiencia en la ejecución de presupuesto público mediante la contratación de especialistas, sino también de asegurar la máxima calidad posible en un servicio que es de y para la ciudadanía.
Lo que hicimos y hacemos las activistas no es “atarla con alambre” hasta que llegue el Estado, sino generar conocimiento legítimo, específico, situado y especializado. Prueba clara de ello es que en los fundamentos de todos los proyectos de ley de salud menstrual presentados al momento se han citado investigaciones, datos e informes hechos por el activismo. Vimos, de hecho, que el conocimiento territorial es reconocido, dado que en muchos casos las iniciativas locales se han implementado a través de organizaciones territoriales. Y observamos cómo estas organizaciones, que nunca antes habían trabajado en salud menstrual, se capacitaron con materiales en los que figuraban párrafos enteros sin citar de los nuestros, que siempre han sido puestos a disposición de la ciudadanía de forma libre y gratuita. Esto constituye una forma de menosprecio cabal hacia nuestro trabajo, que es utilizado sin reconocimiento simbólico ni material por parte del Estado.
En el último año hemos observado otro ejemplo cercano de este tipo de mecanismo: lo que ha sucedido con las socorristas a partir de la Ley de IVE. Durante años, estas organizaciones han realizado abortos seguros en todo el país, recabado datos, generado informes y producido conocimiento. Sin embargo la Ley no las ha tomado como parte del sistema de salud y ha circunscripto los abortos al sistema médico hospitalario, del que las feministas nos hemos cansado de caracterizar los modos en los que resulta expulsivo. En vez de articular y ampliar los alcances de una política sanitaria, se abogó por un conocimiento canónico vetusto y deslegitimado desde nuestros propios movimientos. Una vez más, las políticas legitimadas por los feminismos no resultaron ser feministas.
Y con esta pregunta queremos cerrar nuestra intervención. En muchos casos quienes ocupan hoy cargos institucionales, tal como nosotras, vienen de trayectorias militantes feministas y queremos saber ¿será la gestión menstrual otro ejemplo de política con perspectiva de género, que como bien sabemos es agregar una mención a las mujeres, o constituirá una oportunidad para, al fin, generar programas integrales que incorporen y articulen todas nuestras experiencias en favor de una sociedad más igualitaria?