8M de cambios electorales

Por Victoria Eizaguirre y Martina Olivero

Hace exactamente un año, en el especial de Ecofeminita por el 8M, a solo tres meses de la asunción de Javier Milei como presidente, pusimos en evidencia las reformas electorales que se venían debatiendo en la campaña del 2023 y que quedaron expresadas en la  “Ley Bases”  que el Ejecutivo presentó apenas asumió el poder. 

Con la crisis económica a la vista y las modificaciones que impuso este primer año de gestión, la cuestión electoral había quedado relegada hasta ahora. Sin embargo, con la llegada del 2025, comienza un nuevo año electoral, marcado especialmente por las primeras elecciones de medio término con la Libertad Avanza (LLA) en el gobierno. 

LLA es un partido político construido en torno a la figura de Javier Milei, quien llegó al poder con un fuerte discurso contra la “casta política” y cuestionando el sistema electoral y democrático de nuestro país. Aún así, su primer año de gobierno expuso una de las tantas incoherencias de su relato: tras prometer que nunca negociaría con aquellos a quienes despreciaba e insultaba, terminó haciendo exactamente lo contrario. Su griterío contra la política tradicional no fue más que una puesta en escena, y su supuesto rechazo a la “casta” se desvaneció en cuanto necesitó de ella para sostenerse en el poder y especialmente aprobar proyectos en el Congreso. 

Frente a este escenario, estas elecciones serán una instancia clave para evaluar la gestión del gobierno a mitad de su mandato, lo que puede influir en el clima político de cara a las elecciones presidenciales de 2027. Además, son relevantes porque pueden modificar la balanza de poder de los partidos y alianzas en el Congreso y el caudal de bancas que preservará cada uno (y por ende su poder de negociación). Finalmente, van a ser unas elecciones particulares para la ciudadanía, ya que nos enfrentaremos a cambios muy relevantes, como un nuevo instrumento de votación y la suspensión de las elecciones primarias nacionales (PASO) a tan sólo unos meses de la elección. 

¿Por qué es importante hablar de elecciones en este 8M?

Llegamos a un 8M donde los partidos y alianzas políticas más tradicionales parecen haber perdido parte de su poder de movilización. Mientras tanto, el discurso de odio contra el colectivo LGBT desplegado por Javier Milei en el Foro Económico de Davos generó una respuesta clara y contundente por parte de los movimientos sociales, lo que llevó a la organización de la Asamblea Autoconvocada LGBTIQ+ antifascista y antirracista en Parque Lezama. Fueron los colectivos y las organizaciones sociales las que lograron una convocatoria multitudinaria que se tradujo en la Marcha Federal del Orgullo Antifascista y Antirracista el pasado 1 de febrero. Una convocatoria que, en una semana, logró reunir y movilizar a más de dos millones de personas en todo el país.

Mientras los colectivos y organizaciones lograron una marcha de las más grandes desde que asumió Milei, por su parte, los partidos políticos “de siempre” parecen desgastados o aún intentando adaptarse a la nueva dinámica impuesta por LLA. Su reacción ante los ataques discursivos y las políticas del oficialismo ha sido, en muchos casos, tardía e insuficiente, mientras que los movimientos sociales y los colectivos, como los feministas y LGBTIQ+, han demostrado una capacidad de respuesta mucho más inmediata y contundente.

En este contexto, el 8M se presenta como una nueva muestra de esa fuerza organizada. En un año atravesado por el ajuste económico, el retroceso en políticas de género y la amenaza de seguir retrocediendo aún más, la movilización feminista vuelve a ocupar las calles para reafirmar la lucha por los derechos conquistados y resistir los intentos de avasallarlos. 

Pero este 8M no sólo es una fecha de movilización y de marcar que los feminismos seguimos activos, sino que también ocurre en un año electoral, donde lo que está en disputa es mucho más que la renovación de bancas en el Congreso y en las provincias. Las decisiones que se tomen en estas elecciones pueden consolidar o frenar el avance de un gobierno que ha demostrado su intención de desmantelar políticas de género y desfinanciar programas de asistencia. Con un calendario aún indefinido en varios niveles y la implementación de un nuevo sistema de votación a nivel nacional, las elecciones de este 2025 estarán atravesadas por una disputa que va más allá de lo partidario: está en juego la continuidad o el retroceso de derechos fundamentales. 

Entonces, ¿qué vamos a elegir este año?

• • A nivel nacional, 
    • se renuevan casi la mitad de las bancas de la Cámara de Diputadxs: 127 de las 257 bancas;

• se renueva un tercio de los senadores nacionales, lo que implica 24 de las 72 bancas. Las provincias que deben renovar senadores son aquellas que lo hicieron por última vez en 2019;

• • de las 127 bancas a renovar en la Cámara de Diputadxs, 61 son ocupadas actualmente por mujeres. En el Senado, son 11 de las 24 bancas en juego.
• A nivel provincial, 
  • hay elecciones en 13 provincias: CABA, Provincia de Buenos Aires, Santa Fe, Salta, Chaco, La Rioja, San Luis, Corrientes, Santiago del Estero, Formosa, Mendoza, Jujuy; 
  • la mayoría de las provincias renuevan bancas de sus legislaturas provinciales (unicamerales y bicamerales), algunas además renuevan la gobernación (Corrientes y Santiago del Estero) o eligen convencionales constituyentes (Santa Fe) y se suman las elecciones municipales y comunales para renovar concejos deliberantes y en algunos casos intendencias o alcaldías;
  • del total de legislaturas que renuevan sus miembros (total o parcialmente) 140 de los 275 representantes son mujeres. En los Senados provinciales, son 27 de un total de 66.

¿Cuándo votamos?
El calendario electoral es algo que se está terminando de definir en estas semanas. Las elecciones generales serán el 26 de octubre, y será la primera cita a las urnas a nivel nacional, ya que el 20 de febrero se aprobó en sesiones extraordinarias la suspensión de las PASO. Se trata de un proyecto del Poder Ejecutivo enviado al Congreso el 21 de noviembre de 2024 titulado Reforma para el fortalecimiento electoral. El 6 de febrero, la Cámara de Diputados le otorgó media sanción al proyecto y el día 20 el Senado en sesiones extraordinarias y con mayoría absoluta aprobó la suspensión de las primarias para este año electoral. 

Como mencionamos el año pasado, la eliminación de las PASO tiene implicancias para la selección de candidaturas y, sobre todo, de candidaturas de mujeres y diversidades. La suspensión de este año es una clara marcha atrás con respecto a la democratización de las elecciones internas de los partidos y la conformación de las listas. Esto puede tener efectos en la participación de mujeres y disidencias, ya que esa pérdida de democratización interna genera que los partidos políticos, instituciones históricamente masculinizadas y patriarcales, vuelvan a definir las listas “puertas para adentro”. La eliminación de la posibilidad de participar en elecciones internas con plena participación de la ciudadanía genera mayores incentivos para que los lugares de mayor disputa en las listas, es decir los encabezamientos, queden en manos de los candidatos varones. Suspendidas las PASO, los “puestos seguros” de las listas vuelven a definirse internamente y las brechas entre candidatos y candidatas se ensanchan. 

En este contexto, toman una importancia crucial leyes como la Ley de Paridad de Género que obliga a crear listas paritarias, intercalando de manera alternada los espacios en las listas entre varones y mujeres. LLA también tiene una cruzada en contra de la paridad y en provincias como Buenos Aires, ya presentaron un proyecto para eliminarla. Sabemos que la Ley de Paridad por sí sola no genera aún resultados paritarios y esto es principalmente por el punto de los encabezamientos de listas que mencionamos más arriba. Ante distritos en los que los cargos en juego son pocos, como Chubut, Formosa, Río Negro o Tierra del Fuego que eligen sólo 2 diputados por ejemplo, y la presencia histórica de listas encabezadas por varones, es posible que en muchas provincias las bancas queden en manos de varones. En las últimas elecciones, este efecto de los encabezamientos significó una reducción de la participación de las mujeres en el Congreso con respecto al bienio 2021-2023 según el monitoreo de Candidatas. 

A nivel provincial, tenemos escenarios muy variados. Algunas provincias ya anunciaron que van a pegar su calendario a las elecciones nacionales como la provincia de Catamarca. Otras provincias ya anunciaron que lo van a “despegar”, es decir desdoblan sus elecciones para evitar posibles efectos “arrastre” de las elecciones nacionales sobre sus distritos, como CABA, Salta, Chaco, San Luis y Santa Fe. Por otro lado, provincias que además eligen la gobernación como Santiago del Estero y Corrientes aún no anunciaron la fecha de sus elecciones. También se está discutiendo en muchas de ellas la suspensión de las PASO. Chaco ya anunció la suspensión y en San Luis y Salta directamente se eliminaron las elecciones primarias. 

En síntesis, es posible que haya elecciones desde abril hasta noviembre en nuestro país este año. Y eso hace que este 8 de marzo sea inevitable que traigamos este tema a debate. 

¿Cómo se elige?

Estas elecciones, además, tienen un componente extra. Cambiamos nuestro instrumento de votación. Por primera vez, a nivel nacional, se implementará la Boleta Única Papel o BUP (instrumento que ya se implementa hace años en algunas provincias como Santa Fe y Córdoba). El proyecto se aprobó finalmente el 1 de octubre del año pasado, quedando registrada como la Ley N° 27.781 e implica grandes cambios, sobre todo en lo que respecta al financiamiento de los partidos. Los partidos y alianzas dejarán de recibir financiamiento para la impresión de boletas, ya que las boletas únicas serán impresas por el Estado nacional (art. 64) y habrá una boleta por cada votante.

En el nuevo instrumento de votación habrá filas horizontales para todas las categorías de los cargos a elegir y en las columnas verticales encontraremos a todos los partidos políticos con listas oficiales para competir por esos cargos. Lxs votantes vamos a tener que seleccionar uno de los casilleros en blanco por cada categoría a elegir. Luego habrá que doblar la boleta única e introducirla en la urna como hacíamos normalmente. 

Fuente: https://www.argentina.gob.ar/boleta-unica-de-papel-bup

El impacto de esta modificación en uno de los componentes claves del sistema electoral podría generar diversos efectos en la transparencia, la logística electoral y la participación ciudadana. Principalmente porque al venir acompañado de la eliminación de las PASO (herramienta que ordena y reduce la oferta electoral), podemos tener boletas únicas interminables.

A la vez, este cambio va a impactar en las estrategias electorales de los partidos. Primero, se modificará una parte de la función de los fiscales. Los fiscales ya no serán los encargadxs de la distribución y cuidado de las boletas en el cuarto oscuro, esto es una variable significativa ya que el rol de los fiscales era un gran punto a favor de los partidos políticos tradicionales con mucha penetración a nivel territorial y con fuertes organizaciones partidarias. Además, en la BUP solo veremos las caras y nombres de lxs que encabezan las listas, es decir, veremos a lxs dos primeros que encabezan las listas de Senadorxs Nacionales y a lxs cinco primeros que encabezan la extensa lista de Diputadxs. Finalmente, podremos ver un impacto sobre el accionar de lxs votantes. Por ejemplo, lo que conocemos como “corte de boleta” en la boleta sábana, en la boleta única se facilita porque implica simplemente marcar casilleros de distintas columnas por cada fila.

Este 8M, disputamos el campo electoral también

Nuestro sistema democrático y sus instituciones no son neutrales ni objetivas. Principalmente porque modifican nuestra experiencia como ciudadanxs y sujetos con decisión política. Más allá de que cualquier modificación en las reglas del juego del sistema requiere de tiempo y un análisis progresivo de sus efectos, algunas soluciones que este gobierno plantea como fundamentales notoriamente pueden tener efectos nocivos sobre nuestra participación política. 

Las reglas electorales son siempre un campo de disputa de poder donde participan unos pocos. Y este año, además, se están modificando a tan solo unos meses de las elecciones. ¿Qué hacemos entonces desde los feminismos?

Cuando desde el Poder Ejecutivo hay una clara posición anti-derechos, cuando son los altos mandos del poder los que expresan y reproducen narrativas sexistas, transfóbicas y en contra de la diversidad sexual es cuando más atentxs hay que estar y poner las decisiones bajo la lupa para seguir construyendo un sistema electoral cada vez más inclusivo y representativo. 

Suspendidas las PASO, la lucha tendrá que ser más intensa al interior de los partidos. Necesitamos candidatxs que estén dispuestxs a hacerle frente a esta avanzada anti-derechos en el Poder Legislativo. Candidatxs que estén dispuestxs a defender los derechos que tanto nos costó conseguir. En este año, la lupa también tiene que estar sobre los partidos políticos. 

Resumen elecciones 2025