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Desafíos feministas: entre el activismo y las políticas públicas

Feb 16, 2023 | Feminismos, Notas

Nuestras ecofeminitas, Agostina Mileo y Candelaria Botto, participaron en la co-organización del panel Hegemonía global en disputa, en CLACSO 2018, y aprovechamos la visita de Cinzia Arruzza y Heather Boushey para charlar acerca de los desafíos feministas entre el activismo y las políticas públicas.

Agostina Mileo: Aquí, en Argentina, estamos teniendo debates muy acalorados sobre si las feministas deben participar en los partidos políticos tradicionales o no. Para algunes, esta es la única forma de que nuestras demandas se incluyan en la agenda. ¿Cuál es su opinión sobre la relación entre las feministas y los partidos políticos tradicionales?

Heather Boushey: Es una muy buena pregunta. Puedo responder por los Estados Unidos. Estoy tan curiosa de escuchar tu opinión (Cinzia). Dada nuestra estructura política, si quieres tener un efecto real sobre el poder y ver que las políticas se implementan, tiene sentido intentar hacer lo que puedas para moldear la agenda de alguno de los grandes partidos políticos.

En los Estados Unidos no hay una fuerte tradición de partidos políticos chicos que lleguen al poder. Entonces, para la agenda feminista, las preguntas adecuadas serían ¿cuál es la agenda?, ¿qué es lo que la comunidad quiere hacer? Se trata de cómo poner estos temas en agenda. Pero para cambiar las leyes o asegurarnos de que las leyes se implementen de manera justa, para asegurarnos de que se implementen de forma igualitaria y efectiva, necesitamos acceso al poder. Eso sí requiere, de cierta forma, trabajar codo a codo con el establishment político.

Cinzia Arruzza: Yo tengo una perspectiva distinta en el sentido de que lo que hemos visto en los dos últimos años es bastante sorprendente: el nacimiento de un movimiento feminista impresionante, masivo e internacional. Yo pienso que esta movilización es desde abajo: las luchas de poder en los ámbitos laborales, en las calles, y en las escuelas son lo que realmente le están dando poder a las mujeres, mucho más que elegir a una u otra mujer que las represente en el Parlamento.

Desde mi punto de vista, por supuesto, las mujeres que participan en el movimiento pueden también ser miembros de partidos políticos y pueden hacer política electoral, no hay nada de malo en todo eso. Sin embargo, el movimiento en sí debería mantener su autonomía política, no debería atarse a ningún partido político, ni organización específica, sino en cambio tener sus propias políticas autónomas, que son las que vienen de abajo, de las calles y de las movilizaciones. Creo que esto es lo que nos dará la posibilidad de implementar algunas políticas, porque el problema es que, aunque pudiésemos elegir algunas mujeres muy muy buenas en el Parlamento, ¿qué van a poder hacer ellas solas en instituciones que están usualmente organizadas para no responder a las necesidades de la mayoría de la población? No tendrán poder real dentro de las instituciones sin tener movilizaciones fuertes y reales fuera de ellas.

Candelaria Botto: Mi pregunta está relacionada con esa. Queremos saber cuáles van a ser las estrategias del movimiento feminista en el corto plazo.

Cinzia Arruzza: Creo que lo interesante es que, primero que nada, el movimiento está creciendo después de dos años en lugar de decaer, está creciendo. Porque se está expandiendo a nuevos países, como por ejemplo, en Brasil. Hay ahora también una posibilidad en Corea del Sur, entonces, creo que la primera tarea será fortalecer nuestra coordinación internacional, hallar nuevas formas de estar realmente más coordinadas a nivel internacional, porque el internacionalismo del movimiento ha
sido uno de los muchos elementos que lo ha fortalecido.

El hecho de que, gracias a las redes sociales, se hayan podido compartir y hacer circular documentos, slogans, información y también decidir, a través de las redes sociales, el lanzamiento de días de acción internacionales. Esto ha sido crucial, pero no es suficiente, por eso yo creo que tenemos que avanzar. Una de mis propuestas es, por ejemplo, empezar a organizar foros internacionales, lo ideal seria un foro mundial del movimiento feminista. Pero aunque sea un foro americano, que una al movimiento norteamericano con el de América del Sur y Centroamérica, sería muy importante, sobre todo en esta época. Entonces la primera tarea sería fortalecer nuestra coordinación internacional.

Heather Boushey: Eso suena increíble. Pensando en términos de estrategias, mi primera pregunta sería: ¿Por qué estamos luchando? ¿Cuál es la meta? Estoy de acuerdo con todo lo que vos dijiste, y también creo que es la causa por la que estamos usando estos pañuelos, pensar que esta es una lucha transnacional por los derechos reproductivos de las mujeres. Para tener un aborto cuando lo necesites.

¿Es la meta crear un movimiento que eleve nuestras voces y escuche lo que la gente quiere, y/o cómo podríamos usar eso para realmente construir poder y cambiar la vida de mujeres y niñas en nuestros países y apoyar lo que está sucediendo en otros? Quiero decir, volveré a mi primer punto, al menos en Estados Unidos, lo emocionante es que va a haber más mujeres en el Congreso que las que nunca hemos tenido. Y tienes razón, una persona sola no hace una gran diferencia, pero hemos visto al
movimiento de mujeres a lo largo de estos últimos años y la enorme frustración con la política conservadora que ha estado en juego, y la misoginia emanada de nuestros líderes en los Estados Unidos ha galvanizado a muchas personas. Entonces, una de las metas de largo plazo que estoy pensando tiene que ver con que le llevó mucho trabajo a las primeras generaciones de mujeres llegar tan lejos como hemos llegado; conseguir el derecho al voto en los distintos países, conseguir algunos derechos básicos, conseguir el derecho a la propiedad privada, el divorcio y todo eso. Pero parece que estas últimas décadas, hemos perdido el toque de urgencia de todo eso. Entonces cómo hacemos para tomar la urgencia que vemos ahora, y hacer lo que podamos para mejorar en la institucionalización de esto, porque se siente que es un nuevo espacio que estamos disputando, donde estamos poco resueltas y retrocediendo. Entonces, pensando hacia adelante, ¿qué es lo que podemos hacer para construir poder pero también para poner eso en su lugar para las generaciones futuras?

Candelaria Botto: ¿Cuál creen que es la diferencia fundamental de este nuevo impulso en el movimiento feminista?

Heather Boushey: Bueno, una de las cosas que yo veo (de nuevo, desde mi posición en los Estados Unidos) es una conexión más cercana entre los asuntos económicos y los sociales. Durante la mayor parte de mi vida, parecía haber este “oh, tú sabes, el feminismo es sobre la identidad, sobre la autonomía reproductiva de las mujeres, es sobre estos temas que no son realmente económicos”. Esa jamás fue la manera en la que yo lo vi, ni la manera en que lo ve la gente que conozco. Y sin embargo, eso no parecía permear la cultura o las preguntas del movimiento feminista. Y parece que por alguna razón, y no estoy segura de por qué, por qué ahora, pareciera estar uniéndose. Por ejemplo, el movimiento #metoo, que en parte es sobre abusos sexuales y pareciera ser más sobre la integridad física de las mujeres, asuntos que son super importantes. Sin embargo tiene su conexión directa, que las personas están comenzando a hacer, con la posibilidad de tener un trabajo, y eso es fundamental y profundamente un fenómeno económico. De hecho, fue muy emocionante ver a las personas hacer esa conexión más profunda, porque es eso lo que yo siento que estuve trabajando toda mi vida para lograr. Mi deseo es que podamos extender esta sensación a otros asuntos como las tareas de cuidado, para asegurarnos de que cada familia tenga acceso a un cuidado seguro, accesible y enriquecedor de les niñes y licencias remuneradas, y todas estas cosas que realmente le dan a las mujeres el derecho a participar de lleno en la economía.

Cinzia Arruzza: Concuerdo completamente con esto, es una de las características claves de este movimiento. Quizás tenga algunos elementos para explicar por qué. Por supuesto que no son exhaustivos, pero creo que están relacionados, primero que nada, con lo que en el Manifiesto llamamos “la crisis de la reproducción social”, que fue causada por décadas de políticas neoliberales de austeridad y políticas de pago de deuda. Y por supuesto la crisis de la reproducción social impacta inmediatamente en las condiciones de vida de las mujeres. Por ejemplo, la cantidad de trabajo no remunerado que tienen que hacer las mujeres claramente está incrementando, porque los servicios sociales están siendo desmantelados en todos lados. Un segundo elemento tiene que ver con el proceso de feminización del empleo de las últimas décadas, y el hecho de que las mujeres hayan ingresado masivamente al mercado laboral formal, lo que fue presentado como el camino real para su emancipación. Pero nosotras descubrimos que no fue así, porque, claramente, trabajo es trabajo bajo el capitalismo. Entonces, la feminización del empleo no significa solo tener un trabajo, significa tener un trabajo precarizado, un trabajo mal pago, un trabajo sobreexplotado. Como, por ejemplo, en las zonas de exportación de manufactura, o en el sector doméstico, en el sector de servicios y demás. Y en general, el hecho de que el ataque a las condiciones laborales en todos lados está erosionando nuestras esperanzas para el futuro. Entonces básicamente, lo que nosotras tenemos es una masa de mujeres jóvenes, que son la gran mayoría de las que se movilizan en las calles, que son trabajadoras precarizadas, desempleadas, que no tienen ninguna esperanza de encontrar un buen trabajo en el futuro. Ellas saben muy bien que el problema de discriminación por género, la violencia de género y demás, están directamente relacionados con esto.

Agostina Mileo: Somos las millennials retratadas por los medios de comunicación, con nuestras computadoras portátiles sofisticadas y nuestros cafés.

Cinzia Arruzza: Sí, exacto. Desde este punto de vista, creo que este es un desarrollo extremadamente importante. Y también debo decir, porque en esta conferencia escuché a algunos zurdos de la vieja escuela, varones, por supuesto, hablando del movimiento feminista como un tema cultural, o el movimiento indígena como un tema cultural, y, honestamente, yo tuve problemas para entenderlo. En primer lugar, este movimiento se trata de cultura, por supuesto, pero se trata de las relaciones sociales en general. Se trata de transformar la sociedad toda entera. Y los movimientos indígenas están, contra la expropiación de tierras, ¿qué tiene eso de cultural? Hay cultura, pero es supervivencia. Así que creo que realmente necesitamos superar esta forma de pensar. Creo que este movimiento feminista realmente está dando pasos enormes en esta dirección.

Agostina Mileo: Y también tenemos que superar a estos hombres.

Cinzia Arruzza: Ah, sí, necesitan empezar a callarse.

Candelaria Botto: Mi última pregunta es sobre el movimiento internacional. Especialmente en América Latina tenemos muchos problemas económicos que nos hacen poner atención a la economía en lo cotidiano. ¿Cuál sería el mensaje de ustedes al movimiento feminista aquí, para aceptar ese problema, pero también para construir la coordinación internacional que necesitamos a largo plazo?

Heather Boushey: Lo intentaré. Creo que…es una pregunta enorme. Una de las cosas que considero es que ambas son realmente importantes, para ambos países, pero también como lo vemos en lo internacional. El movimiento feminista es muy emocionante, por un lado, porque tiene mucho poder, porque somos la mayoría de las personas ¿no? Así que ahí tienes mucho poder. Pero también se ve desafiado por el hecho de que las mujeres están en posiciones muy diferentes, en diferentes clases económicas, diferentes lugares, diferentes sociedades. Y, por supuesto, esto se superpone a la raza, al origen étnico, depende de dónde se encuentren. Así que hay muchas cosas que también pueden dividir el movimiento. Y así, mientras miro hacia dónde debemos ir, siento que necesitamos mantenernos al frente y al centro, recordándonos constantemente los puntos en común, y encontrar lugares donde podamos impulsar el movimiento para enfocarnos en las cosas que importan, que son transversales a la clase o a la raza, que puedan tocar la vida de diferentes personas. En tu introducción en español noté que nombraste mi libro, al que llamé Finding Time: The Economics of Work-Life Conflict, pero era sobre el tiempo, porque eso es común para todas nosotras ¿no? No importa en qué clase estás, o dónde te ubiques en el espectro económico, esta pregunta de cómo el tiempo está siendo exprimido por la economía de modo que ya no tenemos suficiente para el trabajo de cuidado, es algo que nos une. Entonces, ¿podemos encontrar todas estas ideas, estas formas de hablar de esto que puedan unir a las personas? Es posible que se necesiten soluciones que sean ligeramente diferentes según el lugar donde las personas se ubiquen, pero empezando por los hilos en común, creo que seríamos más poderoses. Y siento que este es un momento en el que veo más de eso, más de ese tipo de discurso. Parece que en décadas anteriores hubo muchas más tensiones en torno a esos conflictos interfeministas. Así que sería genial si los pudiéramos superar.

Cinzia Arruzza: Sí, creo que el problema de encontrar puntos en común es difícil, por supuesto, porque el riesgo es que, por el bien de la unidad y la comunidad, una hace abstracciones de las verdaderas inequidades en las jerarquías. Solo para dar un ejemplo, si tratar de encontrar un punto en común para el movimiento feminista en los Estados Unidos significa abstraerse del tema de la raza o del encarcelamiento en masa porque este no es necesariamente un problema común para todo el mundo o no es necesariamente popular para todes, sería un desastre. Esto crearía realmente una división dentro del movimiento feminista y básicamente haría que el movimiento feminista fuera incapaz de hablar por y para las mujeres negras. Entonces, creo que debe haber alguna forma estratégica de encontrar puntos en común poniendo en conjunto las diversas demandas, deseos, necesidades y condiciones.

Por lo tanto, es un punto en común hecho partir de las diferencias en lugar de una homogeneidad abstracta. Porque vimos históricamente, no solo con el movimiento feminista, sino con la división entre el feminismo blanco y el feminismo negro, también lo hemos visto en el movimiento obrero, donde para encontrar la unidad o el punto en común, no debíamos hablar de mujeres, debíamos hablar de clase trabajadora. Como si el trabajador fuera una figura abstracta, sin sexo, sin raza, como algo que no existe en el mundo real. Por supuesto, el trabajador es una persona, por lo tanto, es alguien que tiene un género, que tiene raza, que proviene de una cultura determinada, etc. Creo que debemos partir de la idea de que estamos construyendo un movimiento hecho de personas que están en diferentes tipos de posiciones sociales y tienen algunos intereses comunes, pero también algunos intereses específicos. Y deberíamos encontrar una manera de articular estos diversos intereses específicos juntos.

Con la idea de que al final, y en el Manifiesto lo expresamos, el problema fundamental es el capitalismo. Pensamos que al
luchar contra el capitalismo, al superar el capitalismo, creamos las condiciones para la liberación de todes. Pero el problema es articular la lucha contra el capitalismo de tal manera que se junten todas estas diferencias. Lo que significa que, por ejemplo, en Estados Unidos luchamos contra el encarcelamiento en masa. Este es un asunto feminista para nosotres.

Agostina Mileo: A menudo escuchamos cosas como «la gente se muere de hambre, no hay tiempo para preocuparse por el aborto…»

Cinzia Arruzza: Oh sí, es una demanda burguesa.

Heather Boushey: Sin embargo, ¿qué podría ser más importante para todes? Es nuestro cuerpo.

Agostina Mileo: Y está vinculado a la pobreza también, y está vinculado al hambre, porque si tenes que alimentar a cuatro niñes no es lo mismo que alimentar a dos. Es muy difícil demostrar que todo está interconectado. Y ahí viene otra vez a la cuestión del partido político «¿cómo planean cambiarlo, si no está en el esquema político tradicional?» Y bueno, es muy difícil de articular.

Heather Boushey: ¿Pero sabés lo que es emocionante? Es que realmente sabemos mucho ahora. Incluso el hecho de que estemos teniendo esta conversación, que la gente haya aprendido tanto de los movimientos que nos han precedido, también es muy emocionante, ¿no? Por lo tanto, no tenemos que caer en los mismos caminos, podemos aprender de nuestras antecesoras y encontrar maneras de hacerlo. Así que hagámoslo de manera optimista.

Agostina Mileo: Muchas gracias por compartir sus opiniones con nosotras. Fue súper enriquecedor, y esperamos que este sea el primer encuentro de muchos para construir este movimiento feminista internacional e interseccional.

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